Nuestra columna vertebral en Sendas es la FILOSOFÍA MONTESSORI, aplicada en la práctica en todo el mundo desde hace más de 100 años.
Aunque es la raíz principal que nos nutre, no podemos evitar nutrirnos también con otras miradas, expresamente pedagógicas o no.
Entendemos las aportaciones de la Escuela Activa como una resignificación del mismo planteamiento Montessori. A través de la lectura de Rebeca Wild es como llegamos a conocer a María Montessori. Su escuela, “El Pesta”, extendió lo que ocurría en el salón Montessori a todo el resto de los espacios de una escuela, convirtiendo cada rincón del interior y el exterior en una cuidada propuesta a la medida de los intereses y necesidades de l@s niñ@s.
La expresión y creatividad se trabajan transversalmente en todas las áreas. Además, también ofrecemos momentos y espacios específicos para la expresión (talleres de pintura, barro, creaciones, etc.). Nuestra postura es la de no intervenir en esos momentos más que para proporcionar las técnicas y las condiciones (materiales y de ambiente) para que esa expresión se dé, según los planteamientos de la Educación Creadora planteados por Arno Stern y la filosofía Waldorf.
Desde la neurociencia se está comprobando que el movimiento es fundamental, no sólo para integrar, sino para acercarse a los conocimientos. En el planteamiento Montessori esto se contempla de entrada en todo momento, pero además, semanalmente se ofrecen sesiones de movimiento que trabajamos según la teoría de la psicomotricidad propuesta por Bernard Aucouturier.
Con las rimas y los juegos de dedos y movimiento de la logopeda Waldorf Tamara Chubarovsky, lo terapéutico, pedagógico, creativo, lúdico y afectivo se materializan en nuestro ambiente.
En cuanto al aprendizaje de la música, creemos que el método Gordon completa perfectamente las propuestas de María Montessori.
También nos inspiran las aportaciones de la psicología humanista: de la Gestalt, la Pedagogía Sistémica, la Disciplina Positiva, la Escucha Activa, la comunicación basada en la relación de Antonio Guijarro y la Comunicación No Violenta de Marshall Rosenberg.