Mirada Montessori - Sendas | Escuela Montessori en Aracena, Huelva
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Mirada Montessori

``El niño es verdaderamente un ser milagroso, y el educador debe sentirlo profundamente``. Maria Montessori

Para las personas adultas “Montessori” es un cambio de actitud, una revolución en la mirada, una transformación personal. En esta entrevista André Stern explica con pasión esa transformación.

Para l@s niñ@s, “Montessori” es aprender a ser autónomo a través de la experiencia, de la práctica, de ka vida, de manera natural, conectando con sus necesidades y conquistando confianza en sí mism@s y autoestima. Para la sociedad “Montessori” es respeto, transformación, es atender al objetivo último de una mujer que vivió las dos guerras mundiales: una educación para la paz duradera y profunda. En Sendas elegimos la filosofía Montessori por su concepción holística del ser humano, su confianza sin límites en la infancia, su atractiva y cuidada puesta en acción que nos vincula al resto del mundo desde lo cercano, su propuesta de conexión con un@ mism@ y su meta de paz, tanto dentro como fuera de nosotr@s. Maria Montessori comenzó a aplicar esta filosofía en Italia, en 1907. Hoy en día, más de 100 años después, su modelo de aprendizaje se ha practicado y extendido a todo el mundo, y estará vigente mientras el ser humano sea humano. Con esta mirada cada persona vive y aprende a su ritmo, al amparo de la Guía, siguiendo sus necesidades e intereses, en el seno de una pequeña comunidad y en un ambiente preparado especialmente para favorecer su desarrollo. Son tres los elementos que hacen que un ambiente Montessori se despliegue:
• “Ambiente preparado”. Cada material es una propuesta de acción, diseñada para cubrir las necesidades y los intereses de l@s niñ@s que están en ese espacio concreto. Les permite usar sus manos, instrumento de inteligencia fundamental según María Montessori, y concentrarse. Los materiales se adaptan a ell@s en cada momento de su desarrollo. El ambiente ofrece seguridad, tanto física como emocional, es sugerente en recursos, quehaceres y belleza y propicia que se viva una atmósfera relajada y activa a la vez.
• Grupo de niñ@s de distintas edades. Ello favorece la creación de una pequeña comunidad de ayuda mutua, estimulando la cooperación frente a la comparación y la competición. Se promueve así una educación para la Paz. Tod@s y cada un@ siguen su propio ritmo de aprendizaje.
• Presencia de la Guía. En un ambiente de libertad con límites claros cada niñ@ puede desarrollar todas sus potencialidades guiad@ por “su maestro interior”, con múltiples experiencias que le cautivan. La Guía se orienta a través de la observación de las necesidades de desarrollo de cada niñ@, ofrece propuestas para satisfacerlas y potencia esa conexión interior de cada persona consigo misma.

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